Cuando comenzó el actual gobierno mexicano se definieron dos objetivos principales dentro de las políticas públicas: por un lado que el crédito aumentaría y por el otro que sus costos se reducirían. Ante estas metas es fundamental hacernos la siguiente pregunta: ¿cuáles son los factores que determinan que los préstamos en el país sean tan bajos?
Para responder este interrogante se deben analizar dos segmentos del mercado del crédito corporativo: las empresas extranjeras y las del gobierno. ¿El monto del financiamiento que obtienen las compañías varía según los orígenes del capital?
El nivel de endeudamiento cambia entre los distintos sectores económicos. Es mayor en las empresas nacionales que en las extranjeras. Esto no es un dato menor ya que el apalancamiento es más del doble en las compañías foráneas que en las mexicanas. Sin embargo en todos los casos la dependencia del financiamiento bursátil es menor que del bancario.
En cuánto a la financiación total, las empresas del exterior se apalancan bajo el sistema nacional en casi una tercera parte. Los fondos que provienen de otros países están más controlados y probablemente por ello el acceso al crédito ofrece unas mejores condiciones.
Por otro lado las compañías del gobierno piden más préstamos que los intermediarios financieros. Existe una clara preferencia por la financiación bursátil y además hay que tener en cuenta el nivel de apalancamiento: en el sector público es superior que en el privado.
El credito en México es una buena herramienta
Más allá de los análisis financieros o económicos y de los factores estructurales que justifiquen por qué el credito en nuestro país es tan bajo lo cierto es que cuando necesitamos dinero no sabemos a quien pedírselo.
La alta participación de las empresas extranjeras en nuestra economía son la explicación lógica de la falta de préstamos otorgados por las compañías nacionales. Debido a la facilidad de acceso la mayor parte del financiamiento se obtiene a través de las instituciones dedicadas al crédito.
Los préstamos por internet están escalando posiciones debido a este problema de fondo en los bancos que operan en el país. Al ser tan difícil acceder a un crédito, los mexicanos no tienen más opción que solicitar efectivo en un prestamista anónimo y privado.
La buena noticia es que estas plataformas están avaladas por el sistema financiero mundial y que han llegado a los principales países de Europa y América como una “salvación” a ciertos sectores de la población.
Aquellos que no pueden pedir un crédito en el banco debido a su historial crediticio, a no tener empleo o a no contar con una paga fija tienen una respuesta a sus solicitudes en los sitios de préstamos online.
Además de que “están pensados para todos” sin importar su condición ni situación, este tipo de créditos en línea son muy fáciles de solicitar. Funcionan de la misma manera y las instrucciones son similares en todos los casos.
En primer lugar se recomienda utilizar las calculadoras de préstamos (están siempre en la página de inicio) para saber cuánto es lo mínimo y lo máximo que se puede solicitar así como también el tiempo de devolución (no suele ser superior a los 60 días).
Una vez que se ha decidido la cantidad y el plazo el siguiente paso es completar un formato con datos personales básicos: nombre completo, número de documento, dirección de correo electrónico, número de teléfono y número de cuenta bancaria (fundamental para recibir el dinero).
Tras enviar la solicitud el sistema lo procesa y en 15 minutos envía la respuesta. Si ha sido afirmativa sólo resta aguardar la acreditación del dinero.